viernes, 30 de noviembre de 2007

El Graffiti en Santiago

Al caminar por las calles se aprecian diversos dibujos, pintados con llamativos colores, que muchas veces carecen de sentido. Algunos piensan que son manchas a las ciudades y otros un verdadero tipo de arte. Hablamos de los GRAFFITI.

En la actualidad, los graffitis son parte de la cultura de toda la población, en especial de Santiago. Ciudad que ha logrado ser una de las más reconocidos a nivel mundial, en conjunto con las ciudades brasileñas.

El graffiti es considerado parte de la cultura Hip-Hop, de grupos juveniles marginados. En Santiago, comenzó hace veinte años, con la base de las brigadas muralistas que existían anteriormente. Con un cambio en sus pensamientos y forma de expresarlos.

En primer lugar, los graffitis no exponen ideologías políticas claras en conjunto, realizan manifestaciones personales que en general abarcan tipologías como: sexo, droga, delincuencias, etc.

En los años ochenta se masifica la cultura Hip-Hop, lo cual ayuda al graffiti a surgir. Los graffiteros empiezan a reunir en centros específicos para compartir dicha tendencia; además en los años 1983 y 1985 llegan dos películas estadounidenses que marca una generación: “Breaking” y “Beat street”, ambas dirigidas por Satan Lathan; dichas cintas muestran el lado espectacular de estas tribus urbanas, en donde el brakdance y la música fascinaron a todos los jóvenes. Es justo en este momento, en que el popular programa televisivo “Sábado Gigante” invita a dos bailarines Clemente y Pavon, quienes muestran un poco mas del breacdance y enseñan los pasos robóticos a los jóvenes chilenos.

Además, un grupo de jóvenes de padres exiliados traían ideas, técnicas y conocimiento del movimiento que ya estaba más desarrollado en otros lugares. Estos jóvenes ayudan a masificar la corriente.. En sus inicios se pinta o “raya” con elementos artesanales como tiza, carbón entre otros debido al elevado costo de los aerosoles, con el paso del tiempo se comienzan a modernizar las técnicas y a utilizar elementos propios del graffiti.

Inicios de la cultura del Graffiti

El graffiti se inició en las calles de New York, Estados Unidos, a finales de los años sesenta. Se cree que surgió gracias a un joven griego de Manhatan, llamado Demitrius, quien firmaba como “Taki 1981”, quien escribió su “tag” (firma de los graffiteros) en todo New York. Obtuvo una gran fama y por eso muchos comenzaron a imitar el estilo. Él cual empieza a masificarse. Los jóvenes se daban a conocer pintando los vagones del metro, entre otros, pero se les hacía difícil debido a la seguridad y res por ello que optaron por ocupar los barrios marginales de negros. Es así como se el movimiento se hace conocido a nivel mundial.

El graffiti surge en conjunto de la masificación del Hip-Hop( cultura popular de los negros de Estados Unidos)- del inglés hip (cadera) y hop (brinco)-. Un tipo de cultura que se definiría como una masificación juvenil, de orden artístico y expresivo, mezclando el baile, la música y la pintura.


Graffiti en Santiago

Como se ha dicho anteriormente, el graffiti surge por la cultura Hip Hop y las influencias de los exiliados a su vuelta a Chile.
En sus inicios ocupaban tiza, carbón y pinturas de bajos costos rayando en paredes o muchas veces en cartones, ya que, no todas las calles estaban pavimentadas y recurrían a cualquier lugar para expresarse.
Uno de los hechos históricos es la llegada de Jimmy Fernández, fundador del grupo rap: “La Posse Latina”, en 1987, proveniente de Italia. En esta época el graffiti se práctica silenciosamente en lugares como las Torres San Borja o Estación Central.
Pero, es a comienzos de los años noventas cuando se masifica y se empieza a utilizar el aerosol y técnicas propias de cada graffitero. Así también surgen generaciones nuevas de breackdance y grupos con ideologías diferentes y marcadas por la llegada de la democracia en Chile.
Fue tanto el impacto del graffiti en Santiago que, en la Estación Mapocho se saturó de Tag y por ello, la municipalidad otorgó un permiso para poder ser un lugar de juntas y rayados con autorización. Siendo el primero en Santiago y a su vez en Chile. Lentamente el movimiento comienza a abrirse puertas de diferentes maneras. Se inauguran tiendas especializadas en las técnicas y productos para graffitis.

Una muestra clara de lo que sientes estos jóvenes es lo que dice Un adolescente entrevistado en El libro del Graffiti, señala:
“Si no puedes ‘rapear’, bailar Breakdance o hacer música, lo único que te queda es agarrar una lata de spray y poner tu nombre en la pared. (…) Sus autores son la mayoría de las veces menores de edad buscando una identidad e intentando desprenderse de la marginalidad en la que se encuentran (…).

(José Yutronic y Francisco Pino: El libro del Graffiti, Pardepés, Santiago de Chile, 2005, pp. 192-193.)

Ahora, los graffitis representan a diferentes culturas juveniles, uno de los casos más llamativos son los utilizados por las barras de fútbol. Como forma de marcar los territorios entre unas pandillas y otras, ahora último se ha conocido que los delincuentes las usan para marcar casas con ciertas características que los ayuden a delinquir. Es así como nos damos cuenta que los rayados cumplen diferentes funciones.

Es así como la cultura y movimiento del graffiti se ha abierto paso a paso en la ciudad, y también la sociedad ha aceptado dicha tendencia como una forma de expresión y manifestación juvenil con sus propias características. Lo que en los años setenta eran las brigadas muralistas políticas ahora lo son los graffitis juveniles.

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