viernes, 30 de noviembre de 2007

Del Mural Político al Graffiti

Mural hecho por la Brigada Ramona Parra en el año 1972 en la Avenida Departamental

Es muy típico ver rayados en los muros, calles, micro e inclusive en el metro, con letras exageradas y colores llamativos. Se les conoce como Graffiti. Pero, muy pocos saben que su inicio en Chile recae en las “Brigadas muralistas”, en donde se manifiestan por ideologías políticas.


El graffiti es una manifestación popular, y consiste principalmente en el rayado de los muros en protesta de algún hecho. Pero, el graffiti tiene sus comienzos en los murales políticos de los años 60, para consolidarse en las presidenciales de 1970.

En este artículo contaremos la historia del graffiti chileno hasta nuestros días. Un movimiento popular que mezcla el arte con lo significativo, dejando de lado un poco la ideología política.
En chile el graffiti tuvo sus orígenes en el mural político Según Desmond Rochfort (jefe del Departamento de Arte y Diseño de la Universidad de Alberta en Canadá y pintor) “los murales representan las raíces de un pueblo, su etnia y su sentido de origen compartido, en los que el examen y la aprobación de la historia pueden enfocarse en la lucha por la libertad, la justicia y, ante todo, la identidad” (“Del mural político al graffiti”, 2006). Esto refleja que Chile no fue una excepción, y en época de movimientos sociales se consolidó tal movimiento. Influenciado por el Muralismo), la iconografía soviética y el cartel cubano.
Las primeras manifestaciones muralistas se vieron en Valparaíso, 1963 (Según la investigación de Axel Goyeneche sobre el graffiti chileno, www.elkelp.cl), en la campaña de 1963. El rechazo de los porteños fue inmediato, reclamando por los muros en los monumentos históricos.
Es para la campaña presidencial de 1970 que se consolida el muralismo político, apoyando al candidato Salvador Allende, quien calificó el movimiento como novedoso y artístico. El muralismo fue importante en las periferias de las ciudades, como una fórmula masiva y efectiva de la promulgación de las ideas.
Durante el gobierno del presidente Salvador Allende los grupos muralistas se masifican, en un comienzo de forma anónima pero con el tiempo se van transformando en verdaderos grupos organizados que luchan por sus ideales, y fortaleciendo la ideología comunista del gobierno. Dos fueron las principales la primera de ella “Brigada Ramona Parra” (BRP) y la “Brigada Elmo Catalán” (BEC)
De la “BRP” a la “BEC”
La “BRP” ( Brigada Ramona Parra) y la “BEC” ( Brigada Elmo Catalán) son las dos brigadas más importantes en el apogeo de los murales -la BRP aún trabaja, pero con otros fines. La labor de las brigadas era dejar dibujos y mensajes directos para el ciudadano, con el objetivo de persuadir en el pensamiento de la sociedad.


Con la llegada del golpe militar en 1973 el escenario cambia. Se reajusta el sistema de actuar de los brigadistas, con el fin de no ser perseguidos por las policías. En primera instancia, trabajan de noche. Ambas brigadas tenían un sistema parecido: Los mejores y más rápidos dibujan los contornos de las letras y se llaman trazadores, luego se rellenan las letras para finalizar con el fondo, todo esto de forma simultánea. Lo importante era que los colores fuesen bonitos y las imágenes tuviesen luz y fuerza, no había pretensión artística era sólo una expresión de ideales.
Conjunto a estos dos grupos participaban pintores reconocidos, como Roberto Matta extranjeros, exiliados de otros países; se acepta a toda persona que tenga las ganas de colaborar y apoye las causas que se manifestaba. Con el paso del tiempo también se apoyan causas extrajeras. El mensaje es claro denunciar hechos y realidades que afecten a la sociedad.
Tras el periodo del régimen militar el muralismo fue en descenso, y se transforma en una nueva practica: el “GRAFFITI”.

Lo político a lo artístico.

Como se dijo en un comienzo, el muralismo tenía como objetivo el llamado a la sociedad con un trasfondo ideológico político, pero al surgir este nuevo movimiento las bases cambian. Hoy, estamos en presencia de una corriente dedicada a los jóvenes y sus preocupaciones.
Se toma como punto de referencia la llegada de las películas gringas “Beat Street” y “Breakin”, en 1984. Ambas cintas introducen el movimiento Hip- Hop. Según "El libro del graffiti" (www.librodegraffiti.cl), de José Yutronic y Francisco Pino, gracias a estos largometrajes los interesados conocieron las ramas y bases fundamentales de la cultura urbana: el Rap y sus rimas, el Graffiti y sus diseños, el breakdance y sus pasos, el Dj y sus mezclas de Hip-Hop
En un comienzo son los practicantes del breakdance, (baile típico de la cultura Hip-Hop) los que empiezan con el graffiti en sus lugares de encuentros. Ya es en la década de los noventas que los muros característicos a las brigadas son reemplazados por los graffitis populares. De esta forma, se consolida el nuevo estilo juvenil. Un movimiento con características propias, lenguajes únicos que no representan ningún movimiento político, sino que actúan por iniciativas propias de forma anónima.

En fin ya poco y nada queda de los murales políticos, luchadores por la sociedad, añorando cambiar el mundo. Actualmente existen murales políticos pero con una gran diferencia son remunerados y sólo aparecen cuándo hay alguna elección política en le país.

Analizando la metamorfosis que sufre en los muros nos damos cuenta de que tanto Murales como Graffitis denuncian y exponen problemas sociales. Pero, lo que los diferencia es que los primeros, lo hacen con fines políticos y los segundos lo hacen de forma anónima, defendiendo una causa propia, dándole importancia a los estético y visual.

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